Por Dotara Mc Donald

¿Alguien percibe que en este mundo los gansos son la extrema mayoría en nuestra especie?. Calculo que son muchos los que si lo hacen. ¿Esta mayoría será de un 70%, un 90%? No sabría decirlo pero, si sé que los que somos minoría nos reconocemos como “patos”, locos que incomodan con su existencia a todos los “gansos” que niegan que los gansos sean lo que siempre fueron, son y serán: ¡Unos gansos que dicen no ser patos!, y por eso mismo “flor de gansos”. ¿Y qué son los gansos sino unos patos con esteroides, ah? ¡Cuac!

Los gansos son los creadores, los artífices, los responsables de las sociedades en las que vivimos y en las que ellos aseguran ser los “buenos” que nos guían, protegen y además son los jueces y los guardianes de la moral que nos señalan qué es lo que está mal o lo que está bien, castigando o premiando según sea lo que hagamos o digamos. ¡Cuac!. Perdón, no puedo evitar cuaquerear. Nuestra genética me lo manda, así que… ¡Cuac!

¿Y qué tan pato es el loco que observa que todo el mundo está loco y que ese mundo se siente orgulloso de ser lo bueno, lo normal, lo mejor, lo correcto, y hasta el ganador? ¡Cuac! …….. ¡Cuac! ¡Cuac! Mil disculpas. Entiendo que les moleste que les digan que son patos de pura cepa, saludables. Sin embargo como buen pato que sé que soy creo que los gansos algún día comprenderán que sólo son un pato más en la multitudinaria bandada en la que volamos alrededor del planeta. ¡ Un pato entre miles de millones de otros pato. Me animaría a decir que la tierra no debería llamarse Tierra sino Patopatín el tercer planeta más cercano nuestra estrella. ¡Cuac!

Una vez, hace algunos años, un pato que conocí en un vuelo a alguna otra ciudad del país me dijo que si todos los humanos comprendiéramos que somos patos y por lo tanto gansos de pie a cabeza se ocurriría el mejor milagro entre los milagros: “Entonces, en ese mágico instante dejaríamos de ser patos o gansos para transformarnos en bípedos implúmedos con el don de poder elevarse sobre la locura, al contrario de los gansos y los patos que volamos en ella. ¡Cuac! Pero, para serles sincero, no creo que esto suceda en absoluto, ¡Cuac! ¡Cuac!…

¡Cuac! ¡Cuac! ¡Cuac!…….. ¡Cuac!…